15 diciembre 2005

Boca Juniors Campeon

Boca Juniors es el nuevo campeón del Torneo Apertura, luego de derrotar 2-1 a Olimpo de Bahía Blanca. Boca se sobrepuso rápidamente a una temprana ventaja y estableció distancias con alguno de sus hombres clave, como Rodrigo Palacio, Fernando Gago y Federico Insúa, autor del segundo gol con un soberbio tiro libre. Los primeros minutos fueron de zozobra para Boca porque Olimpo encontró un espacio para aprovechar a espaldas de Juan Krupoviesa ante una última línea que no se escalonaba y por allí Ismael Blanco se transformó en protagonista. A los 5, Blanco aprovechó un pique que sorprendió a Rolando Schiavi y su remate pegó en la parte externa de la red. Dos minutos más tarde, Gerardo Solana, el volante más sagaz de Olimpo, colocó una muy buena pelota otra vez para la aparición del ex Colón de Santa Fe por derecha y el remate dejó sin chances a Roberto Abbondanzieri. Olimpo no tuvo oportunidad de disfrutar de la ventaja porque a los 8 hubo un córner que ejecutó Insúa desde la izquierda y Daniel Díaz entrando cerca del primer palo se elevó más que todos y de cabeza venció a Carlos Roa. Casi enseguida llegó el único incidente de todo el partido, cuando con la pelota en otro sector, Cristian Díaz cayó acusando un golpe de Hugo Ibarra que no observaron ni Oscar Sequeira ni sus asistentes. Poco a poco Boca fue afirmándose en el dominio de la pelota pero sin manejarla con demasiada prolijidad y además quedando expuesto a los contraataques. Cuando Insúa entraba en juego, marcaba el toque de diferencia y cuando Palacio picaba con espacio, desequilibraba, en especial por el sector de Díaz y Javier Páez. Sin embargo, el trabajo de Boca no era compacto ni sostenido, sino que se trataba de arrestos esporádicos. Martín Palermo pudo conectar dos cabezazos en el área, uno muy débil a las manos de Roa y otro muy elevado, e Insúa también ganó una vez en el juego aéreo pero con muy mala dirección. Lo que no podía con juego asociado, lo logró Boca a los 40 minutos con un tiro libre de Insúa desde unos 22 metros que realizó una comba espectacular, dejó a Roa caminando al revés y así el campeón pasó a ganar. El segundo tiempo sólo escapó al aburrimiento por la tensión de todo lo que se jugaba. Pero de fútbol propiamente dicho, absolutamente nada. Olimpo, obligado a adelantarse, nunca encontró la fórmula. Blanco y Solana, sus hombres más importantes de la primera parte, desaparecieron. Boca, en tanto, hizo control de pelota y es cierto que pasó pocos sobresaltos, pero al ceder tanto terreno tomó un riesgo innecesario, más aún por los peligros que supone estar con un solo gol de ventaja. Sólo los pelotazos para Palacio rompieron la monotonía porque Páez no podía con él y le cometió demasiadas infracciones. Las mejores posibilidades de Boca fueron un remate de Palermo que se desvió en Ariel Garcé y pasó cerca de un palo, y un cabezazo del propio Palermo que controló Roa tras centro de Palacio. La más clara de Olimpo fue aquel remate de Blanco que controló Abbondanzieri a los 38, cuando Gimnasia iba ganando y eso había provocado una descarga eléctrica en todo el estadio. Rápidamente el gol de Banfield devolvió la tranquilidad y Boca dejó transcurrir los minutos para quedarse con el campeonato que quería, el vigésimoprimero en la era profesional.
Ahora a buscar la Copa Sudamericana frente a los Pumas de México. Grande Boca y aquí termina este modesto homenaje a un gran equipo.